La Mujer y los Pueblos Originarios

Como un homenaje a nuestra Mujer originaria reproducimos el texto de las palabras dadas por Alba Pedrol, hoy 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, en el marco del Congreso General Tradicional que se celebra en Pueblo Nuevo, Comarca Ngäbe Buklé. 

LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DEFENDEMOS LA NATUALEZA PORQUE ES GARANTÍA DE VIDA

Por: Alba Pedrol

Marzo, 2011

Los pueblos originarios nos hemos movilizados en defensa de la vida y el ejercicio pleno de nuestros derechos ante el impacto de la minería, que arrasa con la madre naturaleza, que niega la vida digna y compromete la existencia misma.

Los gobiernos no protegen los bienes naturales, aun viendo la destrucción que ocasionaron, al contrario, han sido cómplices de estas empresas y han utilizado las fuerzas de seguridad para oprimir a los pueblos que están en constante defensa de sus derechos, y han criminalizado las luchas históricas legítimas que buscan la recuperación del derecho de la Madre Tierra.

Esta lucha contra las políticas extractivas, a las cuales nos oponemos por causar contaminación en el territorio que ocupamos, no descansará hasta ver un Panamá libre de minería a cielo abierto ya que ésta es una técnica altamente destructiva, social y ambientalmente.

En la jornada de lucha que hemos vivido durante las últimas semanas, este gobierno nos ultrajó nos irrespetó, nos reprimió y encarceló, demostrando un total menosprecio al pueblo Ngäbe Buké y demás sectores que luchamos en las calles para hacer valer nuestros derechos. Todavía en nuestra mente están las escenas donde siete miembros de la Policía Nacional arremetieron contra una compañera indígena, que se encontraba en los predios de la Asamblea de Diputados rechazando la Ley 8; frescas aún están las imágenes dónde se lanzaba gas lacrimógeno contra mujeres y niños en San Félix, Viguí, Pacora y otros puntos del país.

Las mujeres indígenas somos las más pobres entre los pobres y la que padecemos la mayor exclusión social, la que vivimos diariamente en las comunidades el proceso de búsqueda de agua para beber, la que atiende a los niños con sus pieles irritadas por los contaminantes químicos; las que pretendemos sacar cosechas de nuestra tierra, la cuál nos quieren arrebatar.

En este 8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora, no cabe duda que la mujer Ngäbe Buglé, la mujer indígena dio su cuota de sacrificio en la lucha contra las nefastas reformas a la ley minera y por la defensa de nuestras tierras ancestrales.

Por otro lado, quiero señalar, que no puede haber progreso si se arrasa con los recursos naturales, si se contaminan las aguas fuentes de vida, si se atenta contra el patrimonio de los pueblos originarios. No puede considerarse una actividad económica que sumerge al pueblo en mayor grado de pobreza y exclusión social. No puede haber progreso cuando las transnacionales mineras sacan del país el oro, el cobre y demás minerales que le generan millones de millones de dólares, mientras más del 95% de los indígenas de este país viven en pobreza extrema, mueren de desnutrición y de enfermedades evitables.

Los proyectos mineros que se propone afectan la calidad de vida y la seguridad de comunidades que se encuentran tanto en las áreas de los proyectos como en sus áreas de influencia. Eliminan la oportunidad a continuar realizando las actividades agrarias que se desarrollan en la región.

Rechazamos el chantaje que el gobierno, transnacionales mineras y grupos empresariales nos hacen, al señalar que si los indígenas queremos escuelas, centros de salud, caminos de acceso, agua potable, etc., tenemos que acceder a la exploración y explotación minera, pues de las migajas que entreguen las transnacionales dependen los recursos financieros para atender nuestras demandas sociales.

Es necesario que el desarrollo socioeconómico este sustentado en una política armónica entre uso de los recursos naturales y satisfacción de las necesidades materiales de vida

Quiero finalizar, reiterando que los pueblos originarios condenamos el eco genocidio y la violación a los derechos humanos, que las multinacionales mineras en sus ansias de máximas ganancias imponen a las comunidades campesinas e indígenas, con la participación y/o complicidad de los gobiernos.

De nada sirvió la represión, los carcelazos, las amenazas, la compra de seudodirigentes, la deportación de periodistas, ni la campaña millonaria de publicidad engañosa, al final el Gobierno tuvo que recular ante la valentía de un pueblo que supo ganarse el apoyo de las grandes mayorías, al igual que ocurrió en Changuinola. Hemos demostrado una vez más que sin luchas no hay victorias.

No podemos descuidarnos, el gobierno y las transnacionales mineras persisten en imponer su voluntad, ya se anuncia la elaboración de un nuevo proyecto de ley. Exigimos que se dé una verdadera consulta, un amplio debate sobre este tema, a fin de permitir una real consulta a las comunidades indígenas, campesinas, ambientalistas, organizaciones sociales, población en general que permita garantizar el respeto a la vida, la preservación del ecosistema y los intereses nacionales.

Propugnamos por un Desarrollo Humano Sostenible, el cual, efectivamente, debe significar el mejoramiento de las condiciones de vida de la gente, al mismo tiempo que se respetan los ecosistemas de manera que no se comprometan las generaciones futuras.