En el 108 Aniversario del Fusilamiento del "Cholo Guerrillero"

COMUNICADO AL PAIS

 El FRENTE CAMPESINO CONTRA LOS EMBALSES Y MINERIA DE COCLE Y COLON (FCCEMC), en el marco de la celebración de su VI Asamblea General y en conmemoración del 108 Aniversario del fusilamiento del General de la Cholada coclesana “Victoriano Lorenzo”, ratifica su compromiso de lucha por un Panamá con justicia social en donde no haya excluidos, ni explotados y su infatigable lucha en contra de los proyectos de minería e hidroeléctricas (proyectos de muerte) que se imponen en Cerro Petaquilla y otras regiones del país.

Además aprovechamos la oportunidad para exponer a la comunidad en general las siguientes reflexiones y denuncias sobre lo que acontece en nuestras comunidades, las cuales enfrentan con coraje la destrucción e imposiciones que se generan desde la empresa minera y las autoridades del gobierno nacional.

Lo primero que queremos denunciar es la actitud desvergonzada del gobierno que preside el señor Ricardo Martinelli (CD, panameñistas, Molirenas, UP), quienes luego de ser derrotados por el Pueblo Gnobe Bukle y campesino, y amplios sectores del movimiento popular panameño al querer imponer a sangre y fuego un conjunto de reformas al Código Minero (Ley 8) y de manifestar demagógicamente que él (Martinelli) no apoyaba a la minería en Panamá, llega furtivamente a las instalaciones de la mina en Cerro Petaquilla, para manifestar abiertamente su apoyo a dicho proyecto, dejando bien claro que según su visión, Panamá está abierto a los negocios tal cual como lo declarara en sus primeros días de gobierno. Con lo cual envió a la población un mensaje bien claro sobre donde están alineados los intereses del gobierno y de los empresarios que lo controlan. De paso avalan una serie de inversiones que impulsa la empresa minera, bajo el subterfugio de la responsabilidad social, las cuales hacen con un evidente sobrecosto, obras que son responsabilidad del gobierno central y que además de ser utilizadas con fines mediáticos y politiqueros serán declaradas para ser deducidas de los impuestos que debe pagar la Minera Panamá y sus asociados al fisco nacional.

Mientras esto sucede nosotros los pobres de la ciudad y del campo nos ahogamos con el pago de nuevos y más costosos impuestos, aumento de la canasta básica familiar, del combustible, del pasaje de la luz, de las medicinas, entre otros. Aunado a esto enfrentamos un ascendente ciclo de corrupción que se manifiesta a todos los niveles del gobierno nacional, y de los otros poderes del Estado, que llegan incluso a denunciar la presencia de dineros del narcotráfico en la propia campaña presidencial de Martinelli o como mecanismo para alcanzar curules legislativas o magistraturas en el órgano judicial; y la violencia e inseguridad que se apoderan de nuestro país. Vemos con suma preocupación el peligro que se cierne sobre nuestras comunidades al programarse el desplazamiento de comunidades campesinas e indígenas enteras, la destrucción y contaminación progresiva de los bosques, ríos y quebradas de la región; la destrucción producida en el corredor mesoamericano violando acuerdos internacionales suscritos por Panamá para proteger estas áreas vitales para la vida del ser humano.

La anterior situación se agrava ya que el Estudio de impacto ambiental presentado extemporáneamente a la ANAM por Minera Panamá S. A. y luego llevado de manera acelerada a la población a través de un amañado Foro Público, en el cual participaron empleados de la mina, sus familiares y gente de otras regiones del país, no establece medidas de mitigación de los impactos causados por la explotación minera, y no muestra la magnitud de los daños a la vida que dicha explotación viene causando en la zona. Un proyecto minero de esta magnitud no está en capacidad de restaurar los suelos, los bosques, o la vida en general que viene destruyendo. El proyecto en explotación está afectando la calidad de vida y la seguridad de las comunidades que se encuentran tanto en el área del proyecto como en el área de influencia y eliminan la oportunidad de continuar realizando las actividades agropecuarias que se desarrollan en la región.

El impacto sobre la flora, fauna y los suelos es además de alto, de larga duración. El estudio señala que el desbroce del proyecto asciende a 5,900 hectáreas de tierras. La afectación debe ser revisada más allá de la cantidad de hectáreas, se trata de una región del país que es altamente sensible, en donde la biodiversidad está siendo amenazada. Estamos hablando de que el proyecto va a afectar la parte central del país, y por ende su impacto es más que local. No existe información sobre las familias que deberán ser reubicadas por la afectación del proyecto. De acuerdo a lo contenido en el Resumen Ejecutivo, Minera Panamá acordará el reasentamiento de las personas afectadas. Esto da por hecho la aceptación sobre la afectación y la obligatoriedad de reasentar a personas que no están siendo informadas, con lo cual se violentan derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de los pobladores. Por otro lado moradores de distintas comunidades están denunciando la construcción de una carretera de acceso a la mina, obra vial que está siendo asumida por la Minera Panamá, carretera que construyen no para ayudarnos a nosotros, la hacen porque la necesitan para agilizar y bajar costos en su proceso de producción, la empresa se está comprometiendo además a construir un Colegio en Coclesito, otra responsabilidad del Estado que no cumple, y que debe ejecutarse a través del Ministerio de Educación.

Por lo antes expuesto es urgente y necesario unir fuerzas y enfrentar de manera conjunta este proyecto de muerte, incrementando las acciones de protesta, las denuncias a nivel nacional e internacional y buscar el respaldo y la solidaridad de todos aquellos que entienden que el desarrollo no debe ser sinónimo de destrucción del medio ambiente. En lo político debemos conformar un instrumento político electoral que realmente represente a los marginados de siempre, los pobres de la ciudad y del campo, que realmente vele por su bienestar social, salud, educación, cultura, recreación, calidad de vida, seguridad y soberanía alimentaria, que promueva proyectos de desarrollo que no destruyan nuestro hábitat y que estén en armonía con la naturaleza y que se contrapongan a los mezquinos intereses de empresas extranjeras asociadas a inescrupulosos empresarios nacionales y a la desprestigiada clase política, quienes solo ven la posibilidad de hacer negocios y amasar fortunas sin importarle en lo más mínimo el bienestar o el futuro de quienes habitamos este país. Es así que nos identificamos y asumimos la tarea propuesta por FRENADESO y otros sectores democráticos, patrióticos, progresistas que apuestan por un Panamá con Justicia Social, de construir el FRENTE AMPLIO POR LA DEMOCRACIA (FAD), compromiso que ratificamos en esta VI Asamblea General y que desde ya incorporamos a nuestros objetivos y planificación estratégica.

¡NO A LA MINERÍA, SI A LA VIDA! ¡SIN LUCHAS NO HAY VICTORIAS!

¡A 108 AÑOS DE SU ASESINATO, VIVA EL CHOLO VICTORIANO LORENZO! ¡LA PELEA ES PELEANDO!

¡TODOS A CONSTRUIR EL FRENTE AMPLIO POR LA DEMOCRACIA (FAD)!

FRENTE CAMPESINO CONTRA LOS EMBALSES Y MINERÍA DE COCLE Y COLON (FCCEMC), miembro de la UNIÓN CAMPESINA PANAMEÑA (UCP), y del FRENTE NACIONAL POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS ECONOMICOS Y SOCIALES, (FRENADESO)

Villa del Carmen Coclesito, 15 de mayo de 2011.