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Frenadeso Noticias 21 de Agosto 2011

Frenadeso Nacionales
El sentir del pueblo
Artículo aparecido en La Estrella de Panamá.












Las vicisitudes que a diario vive el pueblo panameño van en aumento. Hoy, las manifestaciones de protestas por las necesidades desatendidas por los gobernantes son evidentes. Esta semana por día se registraron más de tres protestas a lo largo y ancho del país, por falta de agua, por aumento de pensiones, por incumplimiento de acuerdos salariales, por acceso a la vivienda, contra proyectos que lesionan el medio ambiente, contra las imposiciones educativas y contra lo que sucede en materia de salud.

Quienes protestan evidencian que existe una población que no ha perdido el respeto ni la dignidad, que tiene ética. Representan a quienes siguen luchando por la existencia de una democracia real, por el fin de la impunidad, contra la corrupción y el nepotismo que campea en el país, que lucha por el derecho a la vida digna y ve la situación actual de la seguridad social y la salud como verdaderos crímenes de lesa humanidad. Se lucha contra la injusticia social y el alto grado de desigualdad.

La protesta existe desde tiempos inmemoriales, precisamente para reivindicar aquello que es de justicia, necesario, primordial, irremediable, evidente, infranqueable y no negociable. A pesar de ello, y de estar recogida en pactos internacionales como un derecho, es reprimida, precisamente por quienes se supone responsables de la defensa de los derechos humanos de la población, los gobernantes.

La protesta social y la movilización es vista como ‘portarse mal’ por los gobernantes, los medios de comunicación y los poderosos. Siempre dicen: ‘que el diálogo es la vía de resolver los problemas’; sin embargo, el movimiento social y la población acuden a la protesta, porque no son escuchados, porque no son atendidos y porque se violentan sus derechos. Es más, en las últimas semanas, los educadores tuvieron que acudir a la huelga para obligar a la ministra de Educación a aceptar el diálogo, acuerdo que es violentado por Lucy Molinar, quien, pese a haber firmado un acuerdo para la creación de tres mesas de discusión, a última hora decide no impulsarlo.

Los gremios de la salud, los trabajadores de la CSS, obreros, asegurados, pacientes de enfermedades crónicas y los afectados con el veneno dietilenglicol y la población en general han tenido que acudir a la protesta (marchas, piqueteos, demandas penales, cartas) para llamar la atención del gobierno sobre el caótico estado de la atención de la salud del pueblo panameño, que ya cobra, según investigaciones, la muerte de 44 personas a causa de la bacteria nosocomial KPC ante la negligencia manifiesta del director de la CSS, Guillermo Sáez—Llorens, cuya respuesta inicial a las denuncias de este estado de situación en el Complejo Hospitalario de la Caja fue la emisión de un comunicado donde prohibía a los funcionarios que se informara a la población.

Asimismo, la población sigue clamando que cese el negociado con los recursos del Estado (torre financiera, compra de corredores, etc.), pero, cual mercader, el presidente Ricardo Martinelli amenaza con otro negociado, la venta de los terrenos de los colegios de Paitilla al mejor postor. Se atiende al país como negocio, como un gran supermercado, donde lo único que cuenta es la rentabilidad financiera para los involucrados en la transacción, se olvida Martinelli que el Estado debe velar por la rentabilidad social y ambiental.

Igualmente, cuántas veces el país se ha endeudado para ‘modernizar’ la Dirección General de Ingresos (DGI) para que sea eficiente en la recaudación de impuestos, pero hoy se amenaza a los consumidores que no exijan facturas con multarlos, cuando conocen perfectamente cuáles son las empresas evasoras de impuestos. Lo inverosímil es que quien ha sido acusado por el propio Martinelli por evadir impuestos, Alberto Vallarino, hoy pretenda ponerse camisa de sacristán.

El sentir del pueblo es de lucha frente a un conjunto de problemáticas que tienden a agudizarse. Hoy, caminamos en la construcción de organización y unidad. Una nueva moralidad política se impone, por ello surge el FAD.

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Enviado el Lunes, 22 agosto a las 13:39:07 por franckoi
 
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