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Frenadeso Noticias 15 de Abril 2012

Frenadeso Nacionales

Partidocracia y Clase Política

por Genaro López (SUNTRACS-CONUSI)











Actos del 1º de Mayo, Parque Porras, 8:00 a.m.

La llamada clase política y los partidos políticos tradicionales son considerados por la ciudadanía mundial como el tercer problema más importante, siendo solo superados por problemas de carácter económico (desempleo y costo de vida). Este es el caso de España y Estados Unidos.

Entonces parece lógico aceptar que el grito ‘que se vayan todos’ o ‘no nos representan’, escuchado en las plazas es mucho más que un simple eslogan. No cabe duda de que este mensaje manifiesta el importante descontento existente con la conducta de la llamada clase política.

Esta indignación nace como respuesta a la propia evolución del accionar de los partidos políticos en su gestión de gobierno, que, entre otras cosas, ha conducido a la implementación de políticas neoliberales que han provocado un incremento de la desigualdad y ha precarizado las condiciones de vida y trabajo de la amplia mayoría de ciudadanos. Igualmente, tiene que ver con la baja estatura moral por parte de quienes conducen y han conducido los órganos de gobierno. Es esta realidad la que ha empujado a la ciudadanía a indignarse y reclamar cambio de rumbo.

En Panamá, la llamada clase política, aglutinada en la partidocracia desde los albores de nuestra historia republicana, un pequeño grupo de familias y personas, ha controlado el poder económico, político y social, apropiándose y disfrutado de las principales riquezas de nuestro país.

Los gobiernos que se han sucedido después de la invasión norteamericana (1989), de Endara, Pérez Balladares, Moscoso, Torrijos y Martinelli y sus partidos políticos (Arnulfistas o Panameñistas, PRDs, Popular, Solidaridad, Molirenas, Liberales, Unión Patriótica, Cambio Democrático), han hecho lo mismo una vez llegados al poder: apropiarse de las riquezas nacionales, para favorecer a sus propias empresas o de sus socios extranjeros; disminuir el patrimonio nacional de acuerdo a un plan siniestro de privatizaciones de las más importantes riquezas y empresas públicas, conformadas con el trabajo de generaciones de ciudadanos panameños.

De la misma manera, todos los gobiernos se han encargado de imponer políticas antipopulares y depredadoras del medio ambiente, lesionando la calidad de vida de las mayorías.

En definitiva, en las últimas dos décadas, cada cinco años el pueblo se ha ilusionado y, más temprano que tarde, se ha decepcionado al afrontar la dura realidad de que en la sociedad panameña los pobres somos cada vez más numerosos y más pobres, los sectores medios y profesionales vivimos cada vez más agobiados y unas pocas familias y personas se hacen cada vez más ricos a costa del uso y abuso de todos los recursos del país como si les pertenecieran a ellos.

No conforme con ello, la falta de ética de la llamada clase política ha profundizado el transfuguismo, que según el diccionario de la lengua española es ‘Aquella persona que pasa de un partido político a otro para mantener o conseguir prebendas personales’.

Según medios de comunicación social, hasta marzo 31 diputados han dado el ‘salto’, lo que significa una erogación de casi $62 millones anuales, sin contar otros miles de dólares para planilla y actividades políticas que se le otorga a los tránsfugas.

A ello hay que incorporarles que al menos siete diputados tránsfugas, que han saltado a los partidos oficialistas, son investigados por la Corte Suprema de Justicia por diversos delitos cometidos poco antes o luego de convertirse en diputados, muchos de ellos absueltos después del ‘salto’.

Ante todo esto, que para todo el pueblo es evidente, surge la necesidad de construir una verdadera democracia que haga posible una patria para todos.

Por ello, el Frente Amplio por la Democracia (FAD) recorre el país en vías de cumplir la cuota de adherentes que nos impone un Código Electoral antidemocrático, exigiendo requisitos que la partidocracia no ha tenido que cumplir; por ejemplo, el número de afiliados que se nos exige dos de los hoy partidos políticos reconocidos están por debajo de esta cifra.

Súmate a la alternativa de los sectores patrióticos, democráticos y populares: FAD.

 

 

 

 


Enviado el Domingo, 15 abril a las 06:49:42 por franckoi
 
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