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Coordinadora Popular de Derechos Humanos de Panamá, COPODEHUPA - FRENADESO

Frenadeso Nacionales

Vivir y morir en la ansiedad de la Verdad y la Justicia

 

 

 

 






6 de febrero, Piqueteo ASOPROF en Defensoría del Pueblo. Inscríbete en el FAD.

El pasado 1 de febrero ocurre la muerte del señor Carlos Mendizábal, envejecido, pobre, humilde, enfermo.  Y con algo más, la profunda y larga expectativa desde su corazón de saber de su hija, Marlene, 19 años, desaparecida muy joven en Mariato, provincia de Veraguas, junto con su novio Jorge Falconet, 22 años, el 31 de enero de 1976.

Fueron, para el señor Mendizábal, treinta y siete años de ausencia, de vacío, de espera contra toda esperanza, de búsqueda y de frustración compartida con la familia.  Es sabido que el cuerpo de Jorge nunca fue encontrado, pero sí el de Marlene, supuestamente, que fue rápidamente enterrado en el cementerio de Atalaya, sin autopsia y sin aviso a sus familiares.  Las indagaciones sobre las circunstancias de la desaparición de ambos jóvenes siempre fueron infructuosas.  De por medio estaban supuestos responsables allegados a altas figuras del régimen militar.

La exhumación de sus restos, con los expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense, EAAF, cuyos servicios fueron solicitados por la Coordinadora Popular de Derechos Humanos de Panamá, COPODEHUPA, no mereció la credibilidad de la familia precisamente por la irregularidad en el manejo de los hechos, de manera que desde entonces los supuestos restos de Marlene reposaron durante años en la Morgue Judicial y posteriormente recuperados por la Comisión de la Verdad y entregados en custodia al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, IMELCF, junto con otros restos humanos y colocados en unas sesenta cajas que esperan ser identificados.

Hace precisamente un año que con la apertura de la Mesa de Entendimiento entre el Gobierno nacional, a través de la Cancillería, y los familiares de las víctimas de violación a los derechos humanos durante la dictadura militar, se logró hacer nuevamente contacto con el EAAF a fin de proceder a hacer el análisis de ADN de los restos en custodia en el IMELCF.  El caso Marlene Mendizábal mereció nuevamente la atención del Equipo y después de incesantes gestiones se logró que sus restos fueran enviados a Argentina para su análisis.  Hasta la fecha no se tiene noticias si tales restos responden a lo que fue el cuerpo de Marlene o no.

La búsqueda de la justicia y la verdad fue un calvario para el señor Mendizábal, y lo continúa siendo para su familia.  Pero les anima la esperanza, aunque tenue, como un hilo.  Pero la dolorosa suerte del padre de Marlene no es única.  La viven cientos de madres y abuelas, padres y abuelos, hermanos y hermanas, que nunca vieron regresar a su hijo, a su hija desaparecida de manera forzosa durante la trágica y asesina dictadura que por sus crímenes jamás ha sido condenada, por el contrario de manera reiterada sigue siendo enaltecida por encima del dolor de tantas familias.  Recientemente falleció el compañero Federico Britton que pasó su vida buscando a su hermano Floyd, detenido arbitrariamente, torturado, asesinado y desaparecido en la antigua Isla Penal de Coiba.  ¿Y la justicia?  Brilla por su ausencia.  El dolor, la ansiedad y la esperanza, como una pequeñísima luz, siempre acompañaron a Freddy.   Y murió con ellas.

Desde que se abrió la coyuntura del descubrimiento de restos humanos en el cuartel de Los Pumas, en las inmediaciones del antiguo Aeropuerto Internacional de Tocumen, el señor Mendizábal y sus hijos se identificaron inmediatamente con la iniciativa de organizarse con otros familiares para juntos luchar por sus familiares que fueron víctimas de las atrocidades de la cuadrilla de militares liderados por Omar Torrijos Herrera una vez que dieron aquel cruento golpe de estado de octubre de 1968.

La muerte en la desesperanza del señor Mendizábal, más que claudicar, debe servir de acicate para no bajar la guardia en la lucha por la Verdad y la Justicia, para romper la impunidad que impera en el país por décadas en materia de Crímenes de Lesa Humanidad y de genocidio y en otros tantos órdenes de la vida nacional.

Nuestra oración por el señor Mendizábal para que descanse en el regazo acogedor del Padre mientras vive el encuentro gozoso con su hija Marlene.  Corresponde, entre tanto, acrecentar la presión para que la Mesa de Entendimiento, con todas las instituciones y organizaciones miembros, cumpla con su responsabilidad de dar respuestas al derecho de los familiares que son condenados al dolor por la desaparición y la muerte de sus parientes y también por la denegación de la justicia y el imperio de la impunidad que lleva incluso a una criminal complicidad con los asesinos.

Coordinadora Popular de Derechos Humanos de Panamá, COPODEHUPA

 

 

 

 

 

 

 


Enviado el Mircoles, 06 febrero a las 09:08:00 por franckoi
 
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