El problema del Instituto Nacional es más profundo que el tratamiento simplistas que se le da en las redes y medios, incluso por parte de quienes se dicen intelectuales o expertos.

Es el resultado de una sociedad dominada por los anti valores, que ve normal el robo y la corrupción en las altas esfera y convive con ellos y aplaude siempre que algo le toque.

Es una cultura que se ha venido arraigando en el panameño desde el surgimiento mismo de la república, la historia que no se cuenta por lo que nos indigna.

Ello explica porque cada 5 años los pueblos eligen esta clase de gobernantes hipotecando así su futuro.

De ello son culpables los círculos de poder económico y político y sus medios de comunicación. A ellos les beneficia este status quo.

Una de las principales víctimas de las políticas neoliberales y de esta sociedad de consumo, es sin duda la juventud. Se le inculca la ley de la selva, la competencia, como forma de sobresalir, de lograr el éxito.

Cada vez más se aleja a la juventud de sus verdaderos héroes, del humanismo, de los ideales patrióticos que la formaron en los colegios.

Las pruebas del éxito está en el último celular, el carro lujoso, la tablet de primera, la ropa de marca, el viaje a Miami, etc.

Los medios propagan la violencia, los shows sin contenido, los programas degradantes y embrutecedores.

El joven de hoy tiene acceso al Internet. Un recurso valioso pero que mal empleado es un peligro. Lo dice el Papa Francisco:

"La verdadera sabiduría, producto de la reflexión, del diálogo y del encuentro generoso entre las personas, no se consigue con una mera acumulación de datos que termina saturando y obnubilando, en una especie de contaminación mental. Al mismo tiempo, tienden a reemplazarse las relaciones reales con los demás, con todos los desafíos que implican, por un tipo de comunicación mediada por Internet. Esto permite seleccionar o eliminar las relaciones según nuestro arbitrio, y así suele generarse un nuevo tipo de emociones artificiales, que tienen que ver más con dispositivos y pantallas que con las personas y la naturaleza. Los medios actuales permiten que nos comuniquemos y que compartamos conocimientos y afectos. Sin embargo, a veces también nos impiden tomar contacto directo con la angustia, con el temblor, con la alegría del otro y con la complejidad de su experiencia personal. Por eso no debería llamar la atención que, junto con la abrumadora oferta de estos productos, se desarrolle una profunda y melancólica insatisfacción en las relaciones interpersonales, o un dañino aislamiento. (Encíclica papal)

¿Cuáles son los ejemplos qué tiene la juventud? ¿El de los políticos y sus sucias componendas en la manta roja de la Asamblea? ¿El de Magistrados que "archivan expedientes y venden fallos"? ¿El de un Ejecutivo que fomenta el nepotismo, la corrupción y que miente descaradamente? ¿El de ídolos de la farándula envueltos en escándalos constantes? ¿El de ministros de Educación encarcelados o con otras medidas cautelares? ¿El de una Universidad sumida por tirios y troyanos? En un país donde comentaristas y "analistas" menos que mediocres y narradores de boxeo hacen opinión pública.

¿Recuerdan a un científico de los últimos años, a un poeta o escritor panameño que sobresale, un artista o deportista notables que sin discusión, por su integridad, sean un ejemplo para la juventud en estos tiempos, alguien a quién seguir dignamente?

De seguro los hay, pero ¿son noticia o titulares de primera plana? Los son hoy los protagonistas de telenovelas o los que ganan concurso en los reality shows de la televisión, esa estafa de llamadas que engrandecen las ganancias de las empresas telefónicas.

Hoy, frente a lo que acontece en el Nido de Águilas hay de todo. Desde lo que piden su cierre total, hasta los que piden la horca para los estudiantes revoltosos. Y en medio de ellos, los oportunistas de siempre que ensucian una causa habiendo participado en gobiernos represores del estudiantado, todo por ansias de figuración.

Lamentamos profundamente las quemaduras de una joven estudiante y un educador ejemplar cuyo mayor orgullo, luego de graduarse de profesor, es servir a su Alma Mater por más de 35 años.

No dejaremos de abogar por el derecho de los estudiantes a organizarse, a ser creativos, a darle rienda sueltas a sus inquietudes, a ser libres. Se le ha cercenado sistemáticamente y algunos han perdido la brújula por culpa de intereses de poder y una política que privilegia la represión demostrando así la incapacidad de las autoridades.

No perdemos la esperanza en nuestro jóvenes, porque con una juventud perdida, perdidos están los pueblos.

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Como estudiantes institutores del Frente Estudiantil Revolucionario 29 de Noviembre FER-29, queremos manifestarle al país nuestra posición sobre todo lo ocurrido en días recientes en el Nido de Águilas.