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Panamá: Movimiento Universitario Andrés Achong Paz, Docencia, Academia y Contexto (DAC-UP) sobre elecciones universitarias


















MOVIMIENTO UNIVERSITARIO ANDRÉS ACHONG PAZ

DOCENCIA, ACADEMIA Y CONTEXTO  (DAC-UP)

POR LA DIGNIDAD, LA CALIDAD ACADÉMICA Y LA REAL DEMOCRACIA EN LA UNIVERSIDAD DE PANAMA


MANIFIESTO A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA:


“No es suficiente enseñar a un hombre una especialización. Por este medio se puede convertir en una especie de máquina útil, pero no en una personalidad desarrollada armoniosamente. Es esencial que el estudiante adquiera conocimientos y un sentido vivo de los valores, un sentido vivo de lo bello y de lo moralmente bueno. De otra manera él -con su conocimiento especializado- se parece más a un perro amaestrado que a una persona desarrollada armoniosamente” (Albert Einstein).

Quienes nos adscribimos a este Manifiesto, docentes, estudiantes y administrativos universitarios comprometidos con la sociedad panameña, expresamos nuestro sentir frente al proceso electoral en la Universidad de Panamá.

Miramos con profunda preocupación el tratamiento que los candidatos a Rector, le dan al tema de la  Universidad de Panamá.  Una visión aislada del problema universitario, desligado de los problemas de la realidad nacional.   Se guarda silencio sobre temas sensibles, que afectan al conjunto de la sociedad. Temas como Barro Blanco, las pretendidas reformas a la seguridad social (medidas paramétricas y el tema de la salud en estos momentos evidenciado con el caso del A(H1N1), el abandono de los sectores productivos de la economía, la corrupción gubernamental, los casos Waked y PanamaPapers, la política económica neoliberal, la concentración de la riqueza y la marginalidad social, la política privatizadora de la educación, promovida por las exigencias de la acreditción de organismos internacionales y del supuesto esquema de educación por competencia, así como de la salud, del régimen de pensiones y de otros servicios básicos, para dar solo algunos ejemplos, son ignorados por los aspirantes a rector, optando por prácticas de clientelismo político, que nada se diferencian de la política partidista criolla para dar solo algunos ejemplos, son ignorados en la discusión sobre el quehacer de nuestra Universidad. En el debate se sigue viendo una Universidad que parece una isla aparte del resto del país.

La Universidad de Panamá, está llamada a ser “conciencia crítica de la nación”, y esto no debe ser retórica, debe expresarse como tal, desde sus máximas autoridades.

Hasta ahora, la autonomía universitaria, alcanzada por la lucha de los universitarios, es vista por muchos como un escudo con el que se protegen corruptos y oportunistas, desvirtuándose así un instrumento que debería servir para darse su propio gobierno, transparente, con mecanismos de control por parte de los distintos estamentos y fórmulas de revocatoria cuando las administraciones se apartan de sus verdaderos fines. Nuestra Universidad debe ser capaz de manejar con eficiencia y capacidad su propio presupuesto y exigir los recursos que requiere.

Neoliberalismo en la educación superior

La política educativa en Panamá, en las últimas décadas, se ha sustentado sobre el neoliberalismo. Las reformas educativas que se han venido impulsando colocan a la educación como un negocio, una relación de compra – venta del servicio de educación. La acción del Estado en el cumplimiento de su obligación de garantizar el acceso a una educación gratuita y de calidad, es cada vez más restringida y limitada.  El modelo neoliberal plantea la gestión social del conocimiento y la cultura, fuera del contexto nacional de desarrollo integral.

Para la política neoliberal la educación tiene una función meramente utilitarista, lo que ha significado un nuevo concepto de calidad de educación: producir, consumir y competir en la actual sociedad de mercado”.

Para el neoliberalismo, la investigación se dirige al mercado, a la manipulación ideológica y a la extracción de los bienes del Estado; no así para el desarrollo  nacional, para el desarrollo de la conciencia de la población, al pensamiento crítico.

Las políticas neoliberales requieren de relaciones corruptas en la administración, que permitan el despojo de sus bienes, la privatización de sus servicios, incluido el servicio de educación; la cooptación de las organizaciones internas (estudiantiles, docentes y administrativas) que ven con severa miopía y de manera acrítica la ocurrencia de estos eventos (privatización de la farmacia, desmedro de las cafeterías, ventas de terrenos, etc.).  Estos temas de trascendencia están ausentes en la contienda electoral, prefiriendo las expresiones sin mayor contenido y compromiso político-social.

La Universidad que debe ser

Propugnamos por una Universidad antineoliberal que impulse una educación superior integral, comprometida con los intereses de las grandes mayorías, que prepare a los estudiantes para una sociedad solidarialay no solo para lo que el mercado requiere.

Una Universidad comprometida con un programa de desarrollo nacional y social, con la promoción y respeto de los derechos humanos.

Una Universidad que promueva el conocimiento adecuado de las ciencias y la técnica, un manejo solvente del idioma propio y otro extranjero. El desarrollo de habilidades lógicas y matemáticas para apropiar el conocimiento. Que permita apreciar las artes y la cultura. Una educación humanística.   Una Universidad cuyos Planes de estudios estén en función de la necesaria formación de jóvenes con sentido patriótico y de justicia social, tomando en cuenta los avances tecnológicos y los temas de relevancia a nivel mundial y aportando a resolver los acuciantes problemas nacionales.

Una universidad que proteja los intereses, derechos y estabilidad de  trabajadores y docentes.  Que premie y apoye el esfuerzo innovador de investigación y la academia.  Que promueva el derecho de los estudiantes a organizarse democráticamente y luchar sin injerencia de las administraciones.

Una Universidad donde impere una real democracia. Donde el debate del quehacer universitario y nacional, la construcción de propuestas internas y externas sean la dinámica cotidiana de los universitarios, con plena participación de todos y todas.

Una universidad que se deba al pueblo - que la sostiene -  especialmente a los trabajadores y los pobres.

Una universidad en defensa de nuestra soberanía, que recoge el legado de luchadores históricos como Floyd Britton, Eduardo Santos Blanco, Jorge Camacho, Polidoro Pinzón, Diana Morán, Andrés Achong, y muchos otros jóvenes universitarios, que con su entrega y compromiso por la patria han forjado en las calles, y desde la Universidad, nuestra nacionalidad, desde la lucha por la autonomía universitaria, en 1943; la lucha contra los Convenios de Bases Filos - Hines en 1947, la siembra de banderas en 1958, la gesta heroica del 9 de enero de 1964.  Una juventud que hizo frente al golpe militar y la presencia nortemericana en nuestro territorio.

La comunidad universitaria de la casa de Méndez  Pereira debe unir esfuerzos a fin que se respete la autonomía universitaria, la cual solo tendrá posibilidades reales cuando se legisle un porcentaje fijo del presupuesto nacional para el presupuesto universitario, que posibilite cumplir las tareas académicas, de investigación y de extensión.

Nuestra posición frente al torneo electoral del 29 de junio

Se requiere de un debate nacional y universitario que nos permita pensar en cómo mejorar la calidad de la educación superior para que logre despertar la curiosidad y la pasión de los estudiantes por el conocimiento. Se debe diseñar un currículo a la vez exigente y dinámico, introducir el ensayo como método de evaluación frecuente, organizar grupos de discusión e investigación.Lamentablemente el proceso electoral está lejos de estos objetivos.

Las campañas que se desarrollan en  nada se diferencian del clientelismo de los partidos tradicionales, algo ridículo y vergonzoso tratándose de la Universidad.

Ninguna de las candidaturas a Rector, representa una salida a los problemas de fondo de la Universidad de Panamá, por lo que no apoyamos a ninguna de las nóminas al cargo.  Se hace necesario que estudiantes, profesores y administrativos participemos de un proceso de discusión que impulse cambios de raíz en las diferentes instancias de la Universidad de Panamá, para que esta florezca y se desarrolle de cara al pueblo panameño.

Panamá, junio de 2016.










Enviado el Lunes, 27 junio a las 14:54:38 por franckoi
 
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