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“Lengua de trapo”, Juan Carlos Tapia, tiene nuevo amo
Hoy, el Gobierno de Martinelli, al cual elogia Juan Carlos Tapia por haber reprimido a los obreros, se quitó la careta.












Veía el noticiero por televisión, cuando apareció el personaje indigno y acomplejado anunciando que iba hablar de los sucesos del 16 de marzo pasado, día en que la Policía Nacional reprimió salvajemente a obreros del SUNTRACS quienes, en la Avenida Balboa y otros puntos de la ciudad de Panamá, distribuían comunicados invitando a la Gran Marcha del Pueblo del 18 de marzo.

En el café en que me encontraba muchos comentaron: ya va a decir “Lengua de Trapo”, como suele hacerlo insistentemente en sus programas, que desde su condominio de las Torres Miramar, “lo vi todo”, “nadie me va a echar cuentos”.

Pero no fue así.  Posiblemente porque se encontraba fuera del país, o porque estaba debajo de la cama o simplemente porque sigue escondido en aquel viejo closet del que se niega a salir desde hace mucho tiempo por temor a que se revele su verdadera personalidad.

Una vez dijo Einstein: Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.  Y eso que no conoció a Juan Carlos Tapia.

Pero de qué habló Juan Carlos Tapia, también conocido como “el culitripi”.   Dijo que desde hacía mucho tiempo “rogó” e “imploró” para que se reprimiera y detuviera al SUNTRACS en sus acciones.  Al fin, dijo, hay un Gobierno, el de Ricardo Martinelli, que lo ha logrado.  Es decir, el mismo Gobierno, cuyo Presidente él acusaba hace unas semanas atrás de persecución y se quejaba de manera humillante de que, a pesar de ser su “amigo” como lo han sido, según él, todos los Presidentes anteriores; “Ricky” no le contestaba sus llamadas ni sus múltiples correos electrónicos.  “Ricky” lo estaba ignorando por completo.

El mismo día de los comentarios de Juan Carlos Tapia, los medios de comunicación informaban que tres sicarios habían sido sentenciados a penas de 25 y 20 años de prisión por el asesinato del obrero del SUNTRACS, Osvaldo Lorenzo, hecho acaecido durante el Gobierno del PRD del “amigo” de Juan Carlos Tapia, Martín Torrijos.

Cuando el Gobierno de Torrijos no logró a través de la represión y la violación de los derechos humanos frenar al SUNTRACS, como hoy intenta Ricardo Martinelli, recurrió al sicariato y al sindicalismo amarillo. 

Osvaldo Lorenzo fue el primero de una seguidilla de crímenes.  Luego fueron muertos por la acción criminal de miembros de la Policía Nacional, Luiyi Argüelles en Isla Viveros a manos del sargento Manuel Moreno, y en Colón, Al Iromi Smith, por disparos efectuados por el cabo Eliseo Madrid.  Todos ellos mártires del SUNTRACS, muertos en la lucha por mayor seguridad laboral y mejores condiciones de trabajo.  Los juicios por estos dos crímenes todavía están pendientes.

Durante el régimen de Noriega, otro “amigo” de Juan Carlos Tapia, fue asesinado Yito Barrantes.  Y en 1995, cuando las reformas al Código de Trabajo, fue asesinado Rufino Frías, bajo el Gobierno del que hoy todavía llama “amigo” por conveniencia o para chantajear a Martinelli, Ernesto Pérez Balladares, el mismo que siendo Presidente y accionista de MEDCOM mandó a cerrar el programa de “Lengua de Trapo” en el Canal 4, dándole una patada en el mismo trasero.

Pero estos asesinatos que se dieron para frenar al SUNTRACS no bastaron y por eso Juan Carlos Tapia pide más.

En su ignorancia sin límites, Juan Carlos Tapia señala que los obreros de la Construcción no deben protestar porque tienen los mejores salarios y la mejor Convención Colectiva de Trabajo de América Latina. Eso es cierto y con ello se muestra Juan Carlos Tapia en su total ignorancia.  Lo que no dice es que estas conquistas se logran, no porque fueron una dádiva o regalía de los empresarios ni de los gobiernos de turno, sino gracias a la lucha, huelgas y sacrificios de los obreros de la Construcción.  Los trabajadores no viven de las migajas del sistema.

Gracias al empeño, a las acciones de lucha en las calles y al sacrificio de la sangre derramada, se han logrado los beneficios para la clase obrera, los que hoy precisamente cuestiona el ignorante de marras.

Dice falsamente que mi repuesta anterior se debió simplemente a dos preguntas que hizo: ¿Cuándo se harán elecciones democráticas en el SUNTRACS?  ¿Cuándo se presentará un audito?

Nunca hizo estas preguntas.  Sus inquietudes hubieran sido respondidas inmediatamente como ahora:

El SUNTRACS celebra elecciones cada dos años y ahora cada tres años por mandato de las bases y los estatutos aprobados democráticamente por ellas.  En Asamblea General se elige a la Junta Directiva donde participan libremente los trabajadores, donde no se compran los votos, sin el clientelismo electoral, ni el marketing publicitario ni otros vicios que caracterizan los repugnantes torneos electorales nacionales.

“Lengua de trapo” es o se hace el estúpido al calcular los ingresos de los trabajadores de la Construcción, ignora que los mismos logran por promedio 8 meses de trabajo por año.  Igual ocurre con los cálculos de cotización, pues no todos laboran todo el año.

La Junta Directiva presenta cada 6 meses, en Asamblea General a los trabajadores, los informes de finanzas del Sindicato y en base a ellos se toman las decisiones que correspondan.

Dice que espera que Martinelli “deje claro las reglas de juego de las protestas” como si esta fuera una potestad del mandatario de turno.    La protesta social en las calles es una conquista de la humanidad y uno de los últimos recursos a los que recurre el pueblo ante la indiferencia y el poco importa de los gobiernos.

Juan Carlos Tapia cree que los ciudadanos no conocen quién es él en verdad. Quizás porque sabe que la gran mayoría de los televidentes cambia de canal cuando inicia sus comentarios cínicos y carentes de contenido y fundamento alguno. Por ello trata de sorprender a los panameños en su buena fe.

Este personaje se ha enriquecido gracias a la sangre y al desgate físico de los boxeadores, a quienes denigra cuando no sirven a sus intereses.  Muchos de ellos terminan sus días de forma miserable.  El triste caso de Pedro “El Rockero” Alcazar, lo traemos a colación porque es un ejemplo que muestra la inmoralidad de Juan Carlos Tapia. En su estupidez dijo que lo habíamos acusado de asesinar al joven boxeador panameño.  Nada más falso.  Lo que sí señalamos es que la noche del 22 de junio de 2002, cuando el Rockero Alcazar perdió su título mundial ante el mexicano Fernando Montiel, Juan Carlos Tapia lo acusó de cobarde, de prácticamente tirarse a la lona y abandonar la pelea, se burló de él al señalarlo de “culitripi”.  Al día siguiente de la pelea, el Rockero Alcazar se desplomaba en la habitación del hotel y moría luego en el hospital por los golpes recibidos en otro triste capítulo del boxeo internacional. 

Contra Oscar de La Hoya, de quien se “enamoró”, nos lo presentaba como el “Golden Boy” y como un púgil superior al mismísimo Roberto Durán, también despotricó posteriormente por no cederle a él los derechos de una función que, como promotor, realizó el boxeador en Panamá.  Volvió a sacar su lengua de trapo para insultar al boxeador.

Hoy, el Gobierno de Martinelli, al cual elogia Juan Carlos Tapia por haber reprimido a los obreros, se quitó la careta.  Su autoritarismo y sus poses de dictadorzuelo han quedado al descubierto.  Se violaron los derechos humanos y las garantías fundamentales de trabajadores y otros ciudadanos consagradas en la Constitución Nacional.  El Ministro Mulino, peón de la oligarquía, llamó a los humildes obreros “maleantes de mierda”.  Se arrestaron casi 500 trabajadores y ciudadanos del 16 al 19 de marzo, que se suman a los ya miles de obreros de la construcción arrestados durante jornadas de lucha en los últimos gobiernos.  Sobre eso guarda silencio el “impoluto”   “Lengua de Trapo”.

Dice que el SUNTRACS tiene secuestrado al país.  Este país, desde antes de 1903, está secuestrado por los cien dueños de Panamá, por esa mafiocracia oligarca a la que con gusto, por unos miserables dólares, sirve gente ruin como Juan Carlos Tapia.

Asustado por la auditoría que le realiza la Contraloría a su empresa, enviada por el propio Martinelli, Juan Carlos Tapia busca congraciarse con el mandatario.  Así actúan los pusilánimes, traidores, oportunistas y fanfarrones.

En el 2006, antes de que Martinelli llegara a la Presidencia, así le escribía Juan Carlos Tapia:

“Ricardo:

Varios de mis clientes me han llamado para decirme que tú estás promoviendo y motivándolos a que cancelen la pauta que tienen en mi programa para afectar mis intereses económicos y tu sabes perfectamente bien que esto es un delito que se persigue judicialmente y ya mi abogado me dijo todo lo que podemos hacer legalmente en contra de esa actitud asumida por ti. Ruega a Dios que no me cancele ningún anunciante, porque no descansaré hasta que pagues las consecuencias.

Yo estoy dispuesto en el futuro que mis críticas hacia tu persona se concrete exclusivamente de tu actividad política, pero no me obligues con tu actitud solapada y cobarde a hacer público en varios medios de comunicación de todas las quejas que tengo del personal que trabaja y que ha trabajado contigo.

Ya estás advertido.

Juan Carlos Tapia”

Así le respondió Martinelli:

“Juan Carlos:

Que muestra de arrogancia es tu carta. Tú no eres el único dueño de la verdad.

Yo no le he dicho a nadie, que te cancele una cuña. Yo no me meto con los negocios, la vida familiar ni personal en mis comentarios o actuaciones, cosa que tú has hecho en esta ocasión, en violación de las más elementales normas de caballerosidad y educación.

Mi única objeción a tus comentarios políticos es que no hayas tenido el valor de emitirlos en un programa político, si no que te escondes detrás de un programa deportivo. Quizás es, porque en tu programa no le das a nadie la oportunidad de cuestionar tus aseveraciones. Si quieres participar en la vida política, bienvenido al tinglado, pero igualmente te tienes que acostumbrar a que te critiquen y a darle la oportunidad a otros que expongan su verdad.  Así es la democracia que yo quiero para Panamá.

Igualmente te aconsejo que no me amenaces pues no quisiera tener que hacer valer mis derechos legales.”

Hoy “Lengua de Trapo” se arrodilla ante su nuevo amo, Ricardo Martinelli.

Ni Martinelli, ni dictadorzuelos, ni gente como él que creen que Panamá es su hacienda personal, podrán detener la lucha del pueblo en la que el SUNTRACS constituye uno de sus principales destacamentos y cuyos dirigentes y bases han demostrado su determinación de vencer en la defensa de sus derechos a costa de sus propias vidas de ser necesario, siguiendo los inmortales ejemplos de Yito Barrantes, Rufino Frías, Osvaldo Lorenzo, Luiyi Argüelles, Al Iromi  Smith y Floyd Britton.

Seguramente Juan Carlos Tapia nunca podrá comprender esto.   De dignidad nada sabe. Continuará mintiendo miserablemente en ese espacio televisivo logrado gracias al servilismo que profesa a la oligarquía criolla, como también en su momento sirvió de alfombra a los militares que por 21 años gobernaron en nuestro país.  Pero nosotros nos mantendremos vigilantes,   desenmascarando a estos impostores y personajes caracterizados por su cobardía, ignorancia brutal y su odio visceral a la clase obrera.

Gracias,

El Segunda de la Esquina del Pueblo.

Y viene más…

Lengua de trapeador




Enviado el Viernes, 26 marzo a las 14:56:02 por franckoi
 
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