Genaro López CONUSI - SUNTRACS
Fecha Domingo, 27 marzo a las 01:36:25
Tema Frenadeso Nacionales



Sin atender causas del aumento del costo de la vida
Artículo aparecido en La Estrella de Panamá, domingo 27 de marzo de 2011.














En el 2009, cuando analizábamos las propuestas de gobierno que hacían en su momentos los candidatos presidenciales, entre ellos Ricardo Martinelli, señalamos que: (1) Ninguno hacía referencia a las causas del aumento del costo de la vida, principalmente del rubro alimentos, transporte, salud y otros que afectan a la población. Por lo tanto, sus propuestas no atacan las causas, sino las percepciones sobre el problema; (2) Ambos presentaban propuestas demagógicas, incoherentes frente a la crisis alimentaria.

Así, sugerían mantener los tratados de libre comercio y volver al campo, sin entender que una de las premisas de los TLC se fundamenta en la producción de bienes y servicios atendiendo las ventajas comparativas del país, obviando que la producción de alimentos no es considerada como competitiva en Panamá. (3) Esto quedaba revelado al no precisar la forma como podrían influir en la estructura de precios de los bienes y servicios que forman parte de la canasta de necesidades básicas (Ver Documento de Frenadeso ‘Balbina y Martinelli ofrecen cinco años más de neoliberalismo’, marzo 2009).

Pasadas las elecciones, julio de 2009, Martinelli planteó que el gobierno contaba con un plan para disminuir en un 20% el costo de la canasta básica (alimentos y medicamentos), el cual consistía en un ‘sacrificio del sector empresarial’. Según registra la prensa escrita, ‘se aplicaría una pirámide de ofertas de 5% en la cadena de comercialización, empezando con 5% por parte de los suplidores, 5% de los industriales, 5% de las agencias de importación, y el otro 5% los supermercados’; todas ellas, actividades económicas donde Martinelli tiene intereses económicos.

En contrapartida, el gobierno entregaría al sector empresarial la reducción de aranceles (baja considerable en 121 líneas arancelarias; lo que significaba para el Estado un sacrificio fiscal de 10 millones de dólares) y de la energía eléctrica, lo que debería reflejarse en los precios a los consumidores.

El resultado, los empresarios recibieron sus ‘estímulos’ y los consumidores recibimos los aumentos de precios de la canasta básica, todo ello bajo el visto bueno de un gobierno que tiene fuertes intereses personales en toda la línea de comercialización.

De allí en adelante, siguen aumentando los precios de la canasta básica familiar a través de impuestos que descaradamente los empresarios trasladan a los consumidores, frente a una Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco) que se mantiene en el discurso que no se pueden controlar los precios, porque estamos en el libre juego de la oferta y demanda, a pesar de que la estructura del mercado es monopólica u oligopólica, donde además hay fuertes niveles de especulación.

Esta semana la Secretaría Nacional de Energía y Acodeco informaron que aumentaría el precio de la gasolina, alegando factores externos (incertidumbre en los mercados), que si bien inciden en el precio, también existen factores internos (como la especulación y prácticas oligopolistas), que no son atacadas por las autoridades gubernamentales. Ello generará inmediatamente un aumento en los precios de los bienes y servicios afectando el poder de compra de los consumidores, sobre todo de aquellos que no pueden desarrollar nuevas estrategias para afrontar la disminución de su poder de compra, porque se encuentran en situación de mala nutrición, que, según estadísticas en Panamá, superan las 800 mil personas.

Es decir, estos llamados a que ‘las personas compren lo que necesitan’, por parte de las autoridades, resultan absurdas e irrespetuosas a la dignidad humana, pues los pobres y extremadamente pobres ya consumen menos de lo que necesitan.

Desde Frenadeso hemos propuesto la necesidad de levantar una Estrategia Energética de país, que responda a nuestros recursos e intereses nacionales y privilegie el acceso a formas y fuentes de energía sustentables que no comprometan la seguridad alimentaria y nutricional, al mismo tiempo que responda a un desarrollo económico para la vida y no al acrecentamiento de las ganancias y prácticas consumistas derrochadoras de recursos. Es necesario, además, enfrentar a quienes controlan la cadena de distribución de los alimentos, quienes especulan con los precios.

*SECRETARIO GENERAL DE CONUSI — FRENADESO.





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