Colectivo de Mujeres Diana Morán - FRENADESO
Fecha Sábado, 24 noviembre a las 17:52:49
Tema Frenadeso Nacionales



LA VIOLENCIA NO ES UN JUEGO, BASTA DE MASACRE CONTRA NUESTOS HIJOS Y MUJERES


Comunicados de FRENADESO y FAD.







Comunicados de FRENADESO y FAD.

Tenemos los siguientes comunicados al conmemorarse el Día de la No Violencia contra la Mujer.

COMUNICADO DEL COLECTIVO DE MUJERES "DIANA MORAN" DE FRENADESO

Unas 26 mujeres fueron asesinadas en Panamá entre enero y agosto de 2012, doce de ellas fueron por feminicidio (INAMUP). Entre los incidentes policivos (enero-julio 2012), 2276 casos son de violencia doméstica (MEF).

Las cifras anteriores no incluyen los casos de Corregidurías. El 70% de las denuncias que se tramitan en las Corregidurías tienen que ver con violencia doméstica. Estas pasan a la sala penal por medio de la fiscalía de la familia y el 70% son cerradas o archivadas. No existe una fiscalía superior contra la violencia.

Estas cifras revelan la falta de interés gubernamental en el tema. La política de seguridad del gobierno de Martinelli se enfoca en la remilitarización de los cuerpos policiales y no en la seguridad de los ciudadanos.

Las mujeres estamos siendo violentadas institucionalmente. Pero las propuestas institucionales no han sido efectivas, en muchos casos son mediáticas. No podemos soslayar en esta materia que en el 2010 un informe de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) instó al gobierno de Martinelli a frenar el elevado número de asesinatos de mujeres; señalando que “existe preocupación por el hecho de que la legislación penal de Panamá no aborda en forma contundente el feminicidio”.

En Panamá la violencia institucional se deja sentir si analizamos los indicadores socioeconómicos. En términos de género la inequidad continúa. La pobreza femenina ronda el 50% de la población pobre. De las mujeres de quince y más años de edad, tres de cada cuatro está desocupada y el casi el 45% está en informalidad laboral. Solo el 31% de las ocupadas rurales poseen ingresos iguales o superiores al salario mínimo.

Paradójicamente las instituciones que deberían garantizar los derechos de la Mujer, los vulneran convirtiendo a las mujeres en víctimas de una violencia institucional. Este es el caso de Bocas del Toro, donde en medio de la lucha contra la Ley 30 se encarcela a cientos de humildes panameños, entre ellos a decenas de mujeres y niños. Es el caso de las compañeras Ngäbe Buglé, que en la lucha del pueblo indígena contra los proyectos depredadores del ambiente (minería e hidroeléctricas),  fueron víctimas de agresiones verbales y físicas (Violación sexual, golpes, manoseo y amenazas) que se suceden sin cesar desde el momento mismo en que fueron detenidos, tras los enfrentamientos. Es el caso de Colón, donde producto de la represión militar dos trabajadoras humildes fueron asesinadas por miembros de la Policía Nacional. En todas estas masacres, fueron violentados los hogares, mujeres lloran la pérdida del ser querido (hijos y esposos), madres angustiadas en la espera de que sus hijos ilegalmente detenido por varias semanas salieran de las cárceles. No podemos olvidar la violencia que se ejerció contra las madres de los menores que fueron quemados vivos en el Centro de Custodia de Menores. Las Masacres de Bocas del Toro, del Centro de Custodia, Ngäbe Buglé y Colón dan cuenta de la flagrante violación a los derechos humanos cometido por el gobierno de Martinelli  y ejecutadas por Mulino.

Desde el Colectivo de Mujeres Diana Morán de FRENADESO, hacemos un llamado a todos el movimiento social panameño a redoblar esfuerzos contra el flagelo de la violencia intrafamiliar e institucional. Consideramos que es necesario un accionar de la población en general para propugnar el cambio social en todas las esferas.

Panamá, 24 de noviembre de 2012.

COMUNICADO DEL FAD

LAS HERMANAS MIRABAL: EJEMPLO DE LUCHA CONTRA LOS REGIMENES DICTATORIALES.

Al conmemorarse este 25 de Noviembre, el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, es recuperar el origen y sentido de la misma, en aras de concienciar a la población en general y a las mujeres en particular de la necesidad de sumar esfuerzos para el logro de una sociedad libre de la violencia estructural y dentro de ella, la violencia de género.

Esta fecha fue escogida por el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en 1981, en Bogotá, Colombia, para recuperar la memoria y el ejemplo de lucha de las Hermanas Mirabal, quienes fueron torturadas, violadas y asesinadas por las huestes represivas del dictador Rafael Leonidas Trujillo, por activarse políticamente en contra de su régimen dictatorial.

Este movimiento reunido en este Primer Encuentro, recuerda la barbarie cometida por los militares dominicanos, contra estas mujeres, identificando la necesidad de que el día de sus asesinatos (25 de noviembre de 1960), no se olvidara, ya que estos actos de violaciones a sus derechos humanos, visibilizaban lo que las feministas venían denunciando, en relación a que había una violencia que se ejercía a las mujeres por el hecho de ser mujer, por lo que marcaron en este encuentro, esta fecha como Día Internacional de la No Violencia contra La Mujer.

Dieciocho años después de realizado este Primer Encuentro, en 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas, acoge la fecha planteada por las feministas latinoamericanas, y declara el 25 Noviembre, como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

La lucha por el reconocimiento de la violencia contra la mujer como un problema social data de la década de los años sesenta, a través de aportes de cientistas sociales del movimiento feminista (antropología, filosofía, psicología, entre otras), que le dieron sustento teórico y de la presión política, en las instancias internacionales (foros y conferencias de la Organización de las Naciones Unidas), de los movimientos sociales, que proclamaban el respeto a los derechos humanos de quienes sufrían discriminación, exclusión y violencia estructural.

Sin embargo, y pese al establecimiento de una infinidad de políticas, convenios, y acuerdos, que norman y regulan este flagelo hasta con categoría de delito penal, a nivel mundial, y que los estados miembros de la ONU, han ratificado, se continua registrando los daños físicos, psicológicos, patrimoniales y sobretodo de pérdidas de vidas de mujeres y niñas, por causa de la violencia contra la mujer o de género.

La violencia familiar o doméstica, continúa generando femicidios, hogares destruidos, infantes huérfanos, traumas psicológicos y emocionales y empobrecimiento de las familias. Persisten Redes criminales que trafican con seres humanos, donde principalmente, son las mujeres y niñas objeto de ese tráfico, y en las cuales se les somete a actos degradantes e inhumanos. Las estadísticas a nivel mundial continúan registrando que son las mujeres y niñas las víctimas de las violaciones carnales, de los incestos y de la explotación sexual comercial.

En cuanto a las condiciones de vida y el trabajo, la pobreza y el desempleo continúan teniendo cara de mujer; reciben los peores salarios cuando cuentan con un empleo en el mercado laboral, son objeto de las peores condiciones de trabajo, tienen dificultades para acceder a los puestos de mando y decisión, teniendo los perfiles académicos y siguen siendo objeto del acoso sexual en el trabajo. El trabajo doméstico y el cuidado de la familia continúan sin ser valorado ni remunerado y la mujer sigue cargando el peso de las cargas de trabajo (productiva, reproductiva y comunitaria).

La sociedad capitalista actual, juega a la doble moral, en tanto y a través de sus gobiernos dicen cumplir con las normas nacionales y los acuerdos y convenios internacionales en cuanto a la eliminación de esta violencia, pero en la práctica y en la realidad sostienen y refuerzan la ideología patriarcal y androcéntrica, toda vez que al mantener el estatus quo, continúan sacando beneficios económicos y de poder, de la situación de discriminación de la mujer, y la violencia contra ella es su mecanismo y herramienta para lograr controlarlas.

En este contexto, abogamos, en esta conmemoración del Día Internacional de la No Violencia Contra La Mujer, por el fortalecimiento organizativo de las mujeres panameñas y del mundo, por el rescate de la memoria de tantas mujeres que han contribuido en las luchas sociales por una nueva sociedad, además exhortamos para que se les tomen como ejemplo a seguir, para que acabemos con este sistema de explotación y opresión, y construyamos en conjunto con todos los demás grupo sociales oprimidos una sociedad sin violencia: ni estructural ni de género.

Panamá, 25 de noviembre de 2012.

FRENTE AMPLIO POR LA DEMOCRACIA (FAD)


















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