El proyecto neoliberal del presidente Juan Carlos Varela sigue el modelo español. España es el país europeo con más experiencia en despojar a los ciudadanos del derecho público al agua (País europeo con mayor privatización del servicio de agua potable) y en desbancar el derecho a la salud.

En el caso del agua potable el problema no se resuelve; por el contrario, a la orden del día sigue el desabastecimiento y la contaminación de los ríos. Este problema afecta a miles de panameños, unas 194 mil 232 personas que toman a diario agua sin ningún tipo de tratamiento o 227 125 hogares que no reciben agua potable las 24 horas al día.

Varela que prometió 100 % agua potable, hoy acude a la privatización del vital líquido, a través del modelo Tocumen S.A, cuyo asesor es Rafael Mezquita, el mismo que bajo la administración de Ernesto Pérez Balladares propuso la privatización del IDAAN e insinuó que era necesario aumentar la tarifa del agua, ya que estaba congelada desde el año 1982.

Recordamos a Varela que en 1998, en pleno diciembre, el Movimiento Nacional por la Defensa de la Soberanía (MONADESO) llevó a cabo la lucha contra la privatización del IDAAN, el pueblo movilizado enfrentó la represión, logrando que no se privatizara el IDAAN.

En el caso de la salud, nuevamente se retoma el proyecto de #sistema único de salud# (MINSA-CSS), proyecto ya acariciado con diversos nombres (ANAS, SUS, APP, entre otros) por otras administraciones de Gobierno, con la finalidad de introducir la privatización de la salud. De manera ilegal, tanto en la CSS como en el MINSA se mantienen formas disfrazadas de privatización (tercerización, externalización, compra de servicios, concesiones administrativas, privatización de fondos, leasing, etc.), a las que se les pretende dar legalidad a través de las reformas a la salud. La privatización a la salud está dirigida a quitar o minimizar la responsabilidad del Estado en brindar salud a la población y utilizar los recursos financieros de la CSS. Al igual que los Gobiernos anteriores, para imponer la privatización, acude a la autodenominada ‘mesa de diálogo’, donde la patronal, los partidos políticos burgueses y sus adeptos protegen sus intereses.

Varela debe recordar que Frenadeso en el 2005 y 2011 se lanzó a las calles en defensa de la Seguridad Social y en rechazo al nefasto proyecto de Asociación Público-Privada (APP).

Los panameños no olvidamos los resultados de la privatización en Panamá, servicios más ineficientes, más costosos y despidos masivos de trabajadores. No olvidamos que quienes hicieron posible su privatización se embolsaron sumas millonarias.

Finalmente, Varela que en campaña se comprometió a no crear ni aumentar los impuestos, hoy establece un impuesto de 20 centavos por galón de combustible y diésel para financiar los fondos para cubrir el aumento a los jubilados. Recordar que Alberto Vallarino, del círculo de Varela, fue uno de los creadores del 7 % e impuestos municipales. Aumento a jubilados con incremento del precio del combustible fulmina al instante dicho aumento al encarecerle la vida a todos los panameños, incluidos los jubilados. El Gobierno prefiere nuevo impuesto al combustible que cerrar el PAN.

En general, con Varela continúa la misma dinámica de las administraciones anteriores: ejecución del neoliberalismo. Se mantiene un modelo económico que prioriza el crecimiento y las ganancias, más no el desarrollo que camine hacia la justicia y equidad social.

Entre lo mediático, en el tratamiento de los casos de corrupción que apunta a que la mayoría de los corruptos y corruptores quedarán impunes, se cuelan privatizaciones y más impuestos, que afectarán indudablemente la ya precaria condición de vida de más de un millón de panameños. Frente a ello, el pueblo volverá a hacer suyas las calles para salir a luchar por sus necesidades y defender sus conquistas.

*SECRETARIO GENERAL DE CONUSI-FRENADESO.

Juan Carlos Varela en su Campaña electoral.

 

 Juan Carlos Varela después de la Campaña electoral