FRENADESO Noticias 18 de Febrero de 2015
Fecha Jueves, 18 febrero a las 14:06:28
Tema Frenadeso Nacionales



 [Video] Panamá: FAD - Nuestra Posición Frente a las Reformas Electorales








Presentación del Presidente del FAD ante la Asamblea Nacional de Diputados sobre las Reformas Electorales.




FRENADESO Noticias 18 de Febrero de 2016

Nuestra Posición Frente a las Reformas Electorales

¿Qué es la democracia? ¿Es acaso una elección cada cinco años? ¿Es acaso la competencia entre partidos políticos? ¿Es acaso una asamblea con funciones legislativas? ¿Son ustedes los diputados, y sus partidos y el proceso mediante el cual son electos, la democracia?


No, la democracia es la voluntad del pueblo, es el gobierno del pueblo, es el poder del pueblo, es la facultad que tenemos como único y legitimo soberano para determinar nuestro propio destino, para tomar las decisiones sobre cómo queremos vivir nuestras vidas.


Democracia exige el reconocimiento de la soberanía del pueblo, esto es, que nosotros, y solo nosotros, el pueblo, como iguales, somos quienes tomamos libremente esas decisiones, y que no debe existir ningún otro poder por encima de esta nuestra voluntad soberana.


Eso implica que tengamos las condiciones para ejercer ese poder, y las condiciones requeridas para la existencia de la democracia son aquellas que nos permitan pararnos uno frente al otro como iguales, la equidad en la participación, condición indispensable para que las decisiones sean democráticas, de igual a igual como ciudadanos, y no una imposición del más fuerte al más débil.


Pero esa condición de equidad no existe en Panamá, dado que los recursos indispensables para que podamos participar como iguales están injustamente repartidos, de forma tal que las mayorías escasamente tienen lo necesario para sobrevivir, negándoles a las mayorías cualquier posibilidad de participación en condiciones de equidad, haciéndolos de facto rehenes de quienes concentran el poder y monopolizan los recursos.


Esa desigual distribución de la riqueza que impide la existencia de una verdadera democracia, no es casualidad, es fruto de un sistema político depredador y extorsionador, donde quienes controlan el Estado, la Partidocracia, utilizan el poder político para saquearlo y acumular enormes riquezas, despojando a las mayorías de los recursos que legítimamente le pertenecen, abandonándola a la pobreza.


Condenando a la población a la precariedad, se aprovechan entonces los partidos políticos para tejer extensas redes clientelares para controlar a la población y mantenerla en la dependencia e incertidumbre, a través del ofrecimiento de prebendas que funcionan como meros paliativos temporales para esas profundas y apremiantes necesidades que los propios políticos causan al robar los recursos del Estado. La población, presa de la necesidad, queda atrapada en las fauces de la corrupción, secuestrada por la Partidocracia y su clientelismo, ya que solo a cambio de su voto recibirán el apoyo necesario que le es negado, pero que por derecho le debería ser garantizado.


¿Democracia? No, es una cleptocracia, una maquina política que saquea el Estado y mantiene en la pobreza a las mayorías, para que así puedan cada cinco años comprar y vender las ilusiones de un electorado que ya sabe lo que le espera, pero que no divisa salida a la trampa. Dividen a la población a través de esa misma partidocracia, la ponen a pugnar y pelearse entre sí, bajo la premisa de que si su partido o jefe llega al poder podrán recibir algún alivio, haciéndole ver que existen diferencias reales entre los partidos tradicionales, cuando arriba, en las cúpulas, todos negocian, todos pactan, todos se ponen de acuerdo, todos se reparten las riquezas que le niegan y roban al pueblo panameño.


No, eso no es democracia, democracia es lucha, lucha por convertir los privilegios en derechos, por hacer lo desigual más igual, por darle poder al que no tiene poder, y estamos aquí hoy, no porque pensemos que este sistema es justo o que esas reformas electorales resuelvan alguna cosa de fondo en lo más mínimo, sino porque a pesar de lo injusto del sistema y sus reglas amañadas vinimos a luchar por la democracia, a luchar para que los ciudadanos tengan control sobre los bienes comunes de la nación, por una democracia en donde todo ciudadano tenga derecho a condiciones dignas de vida, donde existan reglas electorales que permitan contiendas que se diriman por ideas y no dinero y donde podamos empezar a construir espacios democráticos que permitan al pueblo participar equitativamente en todas las decisiones que le afectan.


Los sectores populares estamos de píe, y seguiremos firmes resistiendo y luchando por la democracia hasta el día que esta asamblea retorne a manos de su único y legítimo dueño, el pueblo panameño.


Nuestras posiciones preliminares en torno al proyecto de ley de reformas electorales son las siguientes:


Constituye una ofensa inaudita a las necesidades del pueblo destinar 100 millones de los fondos públicos para el financiamentio de los partidos políticis y las candidaturas.


El financiamiento público va dirigido a beneficiar directamene a los partidos tradicionales en desmedro de los partidos nuevos y las candidaturas de libre postulación.  Más del 96% de los 60 millones que se destinarían como partida preelectoral van directo a los cinco partidos ya existentes.


Se castra toda posibilidad de candidaturas de libre postulación, no solo al designarse apenas el 2% del monto preelectoral para todas ellas, sino por el porcentaje de 2% de firmas respecto a los votos válidos de la última elección presidencial, dándosele apenas 5 meses para ellos.



A los partidos nuevos, luego de la ardua tarea de recolección de firmas, inician su participación en la contienda electoral con una desventaja abismal respecto a los partidos existentes, al otorgársele el 4% de la partida preelectoral a repartirse entre todos los partidos que logren inscribirse antes del 2019.


Los magistrados del Tribunal Electoral no parecen estar conscientes del contenido profundamente antidemocrático de las reformas presentadas.  El magistrado Erasmo Pinilla en su Exposición de Motivos ante esta misma comisión, expresó:



Para hacer justicia a los candidatos de libre postulación, se asigna un 20% del financiamiento preelectoral para distribuir de manera igualitaria entre ellos, en función de la cantidad de adherentes que inscriba cada uno”. 



Este error o engaño es garrafal. No es el 20%, es apenas el 2% lo asignado a los candidatos de libre postulación, según la propuesta presentada.


El financiamiento Público y privado  del proyecto de ley  presentado a la Asamblea está diseñado   para que continúe el control  de la partidocracia y el poder económico   en el proceso electoral,  estableciendo   graves obstáculos a   la formación de cualquier   opción  participativa de sectores populares que tengan un pensamiento diferente a la ideología imperante. 


La inversión publicitaria  continúa  siendo el elemento clave para que el elector tome una decisión a la hora de votar, o el que más invierte más posibilidades tiene de ganar. Se crean candidatos de la nada se miente y se engaña  campea el clientelismo con recurso del Estado, privados y cada vez más provenientes de fuentes gansteriles. La práctica del dinero como conciencia política y dominio ideológico, de las fuentes de poder económico en mancuerna con el político, prevalecen sobre  una real democracia en contraposición a fomentar conciencia política, criterios de critica objetiva, la  identificación ideológico con un partido como factor real de cambio así como entender las causas que producen y generan el deterioro social, humano y   ecológico.


Como pincelada  que define el secuestro democrático  de las cúpulas partidistas,   como se puede justificar  asignar  financiamiento público  en función de los votos obtenidos en la elecciones pasadas a partidos y candidatos  que utilizaron recursos del Estado, cuya arma  de convencimiento fue el clientelismo, el miedo  o la amenaza a los ciudadanos.


La situación se torna aún peor, en el escenario de que la repartición se haga en función de las alianzas de las últimas elecciones o en consideración al Pacto de Gobernabilidad que rige en la actual Asamblea Legislativa (ver gráficas).


En cuanto a la equidad de género, ¿creen que con alternar candidatos y candidatas están haciendo justicia de género? ¿Qué equidad de género pueden lograr las candidatas de los nuevos partidos y las candidatas independientes si tienen que luchar no sólo contra las condiciones socioeconómicas y culturales que rigen el conjunto de nuestra sociedad? ¿Qué oportunidad de participar en condiciones de equidad tiene la mujer luchadora de las comunidades  que busca solucionar el derecho a la vivienda, el derecho al agua potable el derecho a salud, educación gratuita y de calidad? Ahora con la distribución del financiamiento público la mujer candidata de los sectores populares no podrá participar en condiciones de igualdad ni siquiera de frente a las candidatas mujeres de la partidocracia.  La idea de equidad no se trata sólo de un componente cuantitativo. Implica un componente ético completamente ignorado en estas reformas electorales.



En esta "equidad de género" no se ofrece a la mujer la justicia necesaria que le permita acceder al derecho a gobernar (ver carta de DDHH) 


Artículo 21:


1.     Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos.

2.     Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.




        La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.



Estas reformas electorales son ambiguas, contradictorias e inexactas, lo cual demanda una revisión y un amplio debate acerca de sus propósitos verdaderos y alcances.  Desdicen del papel que debe desempeñar el Tribunal Electoral en cuanto a garantizar reglas del juego justas y elecciones democráticas en condiciones de igualdad.



Estas reformas electorales, pese a pequeños avances, son excluyentes, discriminatorias, promueven el clientelismo, la desigualdad, la inequidad, y favorecen abiertamente a la Partidocracia, ahondado así la profunda crisis institucional que vive el país.



Llamamos al pueblo a rechazar estas reformas electorales y demandamos a esta Asamblea no aprobar el conenido lesivo que hemos descrito que nos aleja de una democracia real.


Panamá, 18 de febrero de 2016.

 


FAD

FRENTE AMPLIO POR LADEMOCRACIA

































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