El jueves 6 de abril se celebró en Panamá la primera gran marcha multitudinaria contra los desalojos forzosos. El destino de la multitudinaria marcha fue la Presidencia de la República. Al inicio se interpuso denuncia en el Ministerio Público contra Omar Pinzón, director de la Policía, y el alcalde José Isabel Blandón y otros por violación de los derechos humanos y el debido proceso, entre otras arbitrariedades cometidas contra familias enteras, más de 800, afectándose mujeres, niños y ancianos.

Los desalojos se dieron el jueves 30 y viernes 31 de marzo, en la zona de Panamá Este. Los afectados han montado campamentos a orillas de ríos.  Cientos de niños duermen casi a la intemperie. Se trata de una verdadera tragedia humana.

El Gobierno se había comprometido previamente a no llevar a cabo desalojos. Los afectados venían sosteniendo reuniones con una Comisión Interinstitucional cuando fueron sorprendidos en horas de la madrugada por un contingente de más de mil policías de la denominada Fuerza de Tarea Conjunta Águila.

Los grandes medios han montado una sucia campaña de insultos contra humildes panameños. El odio a los pobres se expresa sin tapujos. Pero la solidaridad crece así como la determinación de resistir.